Por la Dra Ana Laura Castillo Salazar

Para poder cuidarnos adecuadamente es imprescindible conocer nuestro tipo de piel. La clasificación más habitual incluye cinco tipos distintos:

1. Piel normal. Es el tipo de piel ideal, de textura suave, no tiene espinillas ni poros muy marcados y no presenta áreas brillosas o resecas. Las personas con este tipo de piel solo necesitan un régimen básico de cuidado, es decir, limpieza , hidratación y protector solar. 
2. Piel grasa. Esta piel se caracteriza por una sobreproducción de sebo, lo que deriva en poros muy marcados, espinillas y puntos negros. La piel grasa es especialmente común durante la adolescencia, cuando los cambios hormonales promueven esta sobreproducción. Es popular la creencia de que la piel grasa no necesita hidratación, pero esto no es así, puesto que la piel puede carecer de agua, aunque produzca un exceso de lípidos. Estas pieles precisan de un tratamiento hidratante y a la vez seborregulador. También es muy importante realizar una correcta limpieza de la piel a diario para eliminar restos de maquillaje, contaminación y exceso de células muertas que pueden empeorar la tendencia acneica.
3. Piel seca. Piel de aspecto opaco y con tendencia a descamarse. La piel seca es la que más cuidados necesita, puesto que en ella se forman arrugas con más facilidad.Para equilibrar la piel seca podemos utilizar cremas hidratantes, que actuarán como una barrera protectora contra las agresiones de los agentes externos, le devolverán su elasticidad y evitarán la sensación de picor y tirantez tan desagradable que se produce en las pieles mal hidratadas. También sirven para nutrirla y para activar las defensas naturales de la piel. 
4. Piel mixta. Las personas con este tipo de piel tienen áreas secas y otras más bien grasas, por lo que necesitan aplicar una rutina de cuidados que tenga en cuenta ambos aspectos: hidratar la zona seca y reducir la secreción sebácea en la zona grasa. En el mercado existen productos específicos para este tipo de piel, no obstante, es aconsejable tratar las distintas zonas por separado, puesto que se obtienen mejores resultados.
5. Piel sensible. Esta piel es delicada, ligeramente seca, se irrita fácilmente y es propensa a reacciones alérgicas. Cualquier pequeño cambio climático o cosmético puede causar en estas pieles una importante irritación. Las personas con este tipo de piel deberán tener la precaución de utilizar siempre productos especialmente concebidos para sus necesidades, hipoalergénicos y de contrastada inocuidad.

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Cuidados de la piel mixta y sensible

Una piel mixta puede ser también sensible, lo cual complica el tratamiento de algunos padecimientos como el acné, esto puede darse en adolescentes con dermatitis atópica y acné, ya que las zonas de piel seca sensible serán hiperreactivas a todos los tratamientos que son secantes e irritantes.

Aquí el reto es formular una rutina que se encuentre en buen equilibrio respecto a productos seborreguladores e hidratantes e incluso agregar reparadores en caso de ser necesario. Así como usar productos irritantes como retinoides de manera puntual en lesiones de acné y no en capa fina. En estos pacientes las rutinas tópicas deben ser complementadas con tratamientos orales a base de antioxidantes y probióticos. 

Este tipo de pieles representan un reto para el dermatólogo por lo que no se recomienda automedicarse y hacer tratamientos caseros. 

Productos para el cuidado de la piel mixta

La rutina de una piel mixta debe incluir:

• Limpiadores que contengan seborreguladores en concentraciones bajas algunos ejemplos son : Effaclar gel moussant de Laroche Posay; Cleanance gel nettoyant d’Avène, Sebiaclear de SVR o Sebium de Bioderma. 
• Hidratantes en loción o suero como Hyaluronic Concentrate de Isdin, Hydrabio sérum de Bioderma, Hyaluron Filler Ultralight de Eucerin. 
• Protector solar con toque seco o fluido y  que no sea comedogénico como Heliocare water gel FPS 50+, Isdin Fusion Water FPS 50+, Avene Ultra Mat fluido FPS 50+. 

Cuidados de la piel mixta a grasa

La piel mixta a grasa es de las pieles más comunes por lo que la rutina puede ser la misma para los dos, teniendo en cuenta la época del año, ya que en invierno las pieles mixtas se pueden secar más de las mejillas. La rutina básica debe incluir los pasos básicos de limpieza, hidratación y protector solar y agregar algún sedante suave por las noches, diario o de manera alterna como retinoides (retinol,adapaleno) o hidroxiácidos (ácido glicólico ,ácido salicílico).

Tips de cuidado de la piel mixta

• Durante la limpieza da un masaje circular durante un minuto para generar espuma y concéntrate en las zonas en donde notes más sebo que es la zona “T” (frente, nariz y mentón).
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• Siempre hidrata la piel y busca presentaciones fluidas, lociones o sueros, evita cremas o ungüentos ya que estos pueden generar brillo desagradable en la piel. 
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• Antes de aplicar tu hidratante, rocía un poco de agua termal, esto permite que el hidratante se absorba mejor en la piel. 
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• Para retocar tu protector solar, si no te gusta aplicar las presentaciones en crema busca algún protector en polvo como Isdin Mineral Brush FPS 50+ o en bruma como Anthelios Bruma Invisible Matificante FPS 50+.
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• Realiza una exfoliación dos veces por semana en la noche, concentrándose en áreas con más grasa como la zona “T”. 

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Recuerda que es importante una valoración con dermatología para detectar el tipo de piel y diagnosticar enfermedades que requieran rutinas especializadas y personalizadas. Cada piel es diferente y es importante determinar en conjunto las menores opciones de rutina, tomando en cuenta tu piel, si tienes alguna enfermedad y tus preferencias. ¡Te esperamos en consulta!. 

Referencias 

1. Neligan PC, et al., eds. Skincare and nonsurgical skin rejuvenation. In: Plastic Surgery. 4th ed. London, U.K.: Elsevier; 2018. https://www.clinicalkey.com. Accessed Jan. 4, 2018.
2. Olbricht SM, Bigby ME, Arndt KA. Manual of Clinical Problems in Dermatology. Little, Brown and Company 2021.
3. Juhl CR, Bergholdt HKM, Miller IM, Jemec GBE, Kanters JK, Ellervik C. Dairy intake and acne vulgaris: a systematic review and metaanalysis of 78,529 children, adolescents, and young adults. Nutrients. 2018; 10: 1049.